En numerosas ocasiones he comentado que el plan de trading que uno tenga, ha de encajar con
uno mismo a la perfección, ello es así por que "nadie aguanta mucho tiempo haciendo
algo que no le gusta". El ejemplo que suelo utilizar es el del gimnasio, si no te gusta
el ejercicio físico puedes apuntarte a un gimnasio, pagar su matrícula, echar un vistazo
a todas las maquinas disponibles que hay y... vas los dos primeros días, no mas.
Si no te gusta el ejercicio físico hace falta mucha fuerza de voluntad para ir día tras
día al gimnasio a hacer algo que no te gusta. Tu mente busca continuamente excusas para
no ir, pero al principio tu compromiso con la empresa de hacer ejercicio vence las tentaciones
de quedarte en casa o en el bar que hay de camino al gim.
Al no gustarte, como cansa
mucho, como no encaja con tu forma de ser, inevitablemente, al poco acabas por dejar de ir.
Es ley de vida.
Lo mismo sucede con el plan de trading, no puede contener reglas que sean
un suplicio para ti, "porque nadie aguanta mucho tiempo haciendo algo que no le gusta". El
reto consiste en construirte un plan que sea coherente desde el punto de vista del trading
pero que al mismo tiempo, sus reglas, patrones a explotar, indicadores a utilizar, etc, que
te obliga a seguir "sean creibles y naturales para ti".
Sobre este tema he escrito
anteriormente otros posts profundizando algo mas, este post no es para hablar del plan de
trading, quiero tocar el tema de porqué es tan difícil ser un trader consistentemente ganador.
Y es que lo expuesto anteriormente está directamente relacionado con el hecho.
Saltémonos
dos pasos, hacer trading, hacerlo mal y no saber porqué lo hacemos mal, eso es lo que llamamos
"inconsciencia incompetente", sirve para que el trader novato se de cuenta que debe aprender a
especular en el mercado y con ello pasa a lo que se conoce como "consciencia incompetente", lo
que hago, lo hago mal y soy consciente que debo aprender la técnica para hacerlo bien.
Estas
fases, al fin y al cabo, sólo es estudiar. Después de un duro viaje por sistemas, instrumentos,
psicología, reglas de gestión del dinero, etc. Uno acaba sabiendo que debe hacer para hacerlo bien.
Eso sí, uno comienza a hacerlo bien pero no de forma consistente, mas bien tiene días buenos y bastantes
malos. Esta es la fase donde lo que hacemos, lo hacemos bien sólo cuando estamos 100% centrados en ello.
Se conoce esta fase como "consciencia competente".
Aquí es donde enlazamos con "el tipo que le
cuesta un mundo ir al gimnasio". Realizar una actividad día tras día durante 4, 5 o 6 horas en la
que tengas que estar cien por cien centrado y vigilante de tus actos, forzándote a actuar de manera
no natural a nuestros esquemas mentales que usamos diariamente para desenvolvernos en nuestra vida
cotidiana, es todo un reto y es sumamente agotador.
Es duro, durísimo, y aquí no podemos hacer como
con el plan de trading, que lo modificamos y amoldamos para ajustarlo a nuestra personalidad.
Ser trader consistente obliga a actuar como "trader" día tras día, y es actuar de forma contraría a lo
que nos dictan muchos de nuestros mas profundos principios: No hacer nada sí es trabajar, tener una
idea bien madurada e intentar convencer a otros y a nosotros mismos de que es correcta, es un error
en el mercado. Olvidar malas experiencias, pasar página y seguir adelante sin mirar atrás, es un grave
error en el trading (las malas experiencias en el trading hay que recordarlas, revivir su dolor y usarlo
para no querer volver a pasar por ahí). Insistir, presionar, ser tenaz, es un suicidio económico en el
trading. Errar, tomar una decisión equivocada, no es deshonroso en el trading, y no existe la obligación
de hacer algo inmediatamente para subsanar la pérdida que nos ha costado ese error... y así un largo
etcétera de situaciones en las que hay que actuar de forma contra-intuitiva. Situaciones a las que hay
que reaccionar no aplicando nuestra lógica/moral grabada en nuestros esquemas mentales, los cuales se han
formado y reforzados desde pequeñitos en nuestras neuronas debido a las enseñanzas de nuestros padres,
profesores y tutores.
Por ello es tan difícil conseguir la consistencia en el trading. Porque saber
lo que hay que hacer para hacerlo bien en la sesión lo sabemos. Eso se aprende en los cursos y libros de
trading. Lo difícil es aplicarlo día tras día. Porque ello nos obliga a "ser otro". Si nos relajamos y
actuamos de "forma natural", acorde a nuestros habituales esquemas mentales, palmamos.
¿Te has dado
cuenta que después de un par de malos días, uno hace un esfuerzo mental y sólo se propone ser disciplinado?,
al final ¿qué está haciendo?, pues volver a comprometerse con la consciencia competente. Pues lo que hacemos
sólo lo hacemos medianamente bien si estamos centrado en ello al 100%. Evitando usar los atajos que usamos
normalmente para desenvolvernos en nuestro día a día.
Es una labor dura, es el obstáculo que la inmensa
mayoría no supera. La mayoría da un paso atrás, vuelven a destinar su atención y esfuerzos a aprender algo
mas sobre el mercado. Algún nuevo indicador, algún nuevo producto (cfds, opciones, warrants, futuros, etc).
Pero ese no es el camino. Lo difícil no es aprender mas cosas relacionadas con el mercado, lo difícil es
"ir al gimnasio día tras día". Lo difícil es crear esa personalidad compatible con el mercado que choca
de frente con muchísimos de los princípios que rigen nuestra forma de actuar en la vida.
Sí,
actuar de forma conscientemente competente en el mercado es FINGIR. Por lo menos al principio, porque
con el paso del tiempo y obligándote a usar esa "otra personalidad" cuando estás tradeando, al final,
permea esa personalidad a la "inconsciencia competente" y eso es el sumum, lo que hacemos lo hacemos bien
sin ser consciente de ello.
¿Te has fijado cómo conduces desde tu casa al trabajo?, ¿o de tu casa
al carrefour a hacer la compra?. Llegas al destino y lo has hecho con el "piloto automático", has respetado
todas las normas de circulación, no has atropellado a nadie y sin embargo, una vez en el destino, no eres
capaz de recordar todo lo que has hecho durante el trayecto. Ni siquiera te enorgulleces por haber logrado
llegar sano y salvo al destino. Tan solo hiciste lo que había que hacer y lo hiciste sin prestar especial
atención en ello. Eso, ahora. Después de años de experiencia conduciendo, y años yendo de tu casa al trabajo
por el mismo trayecto. Pero al principio no. Â Recien obtenido el carnet de conducir toda tu atención
está en el volante, en las señales, en los pedales... no se disfruta, conducir te obliga a usar la consciencia
competente. Has de estar centrado en ello.
Ese mismo esfuerzo, multiplicado por diez, hay que hacerlo
en el trading para construir un "yo" compatible con el mercado.
Un "yo" que haga uso de los principios
válidos en el mercado los cuales no son precisamente los que son válidos en nuestra vida cotidiana. Y día
tras día obligarnos a fingir que nos sentimos cómodos actuando de ese otro modo.
No tradear es
trabajar porque he de esperar a que algo de calidad se presente delante mía. Tomar un stop no es una deshonra,
no tengo obligación de buscar una operación ganadora de inmediato que compense mi anterior mala operación.
Debo revivir el dolor que sentí ayer cuando promedié, o cuando no pulsé el stop y la pérdida fue mucho mayor
a lo inicialmente previsto. Ese recuerdo, ese dolor, tiene que servirme de fuente para no querer volver a
pasar por ello otra vez... etc, etc, etc.
Todos los días has de ser alguien quien aun no eres.
Debes proponértelo, esa debe ser tu fijación. Construir nuevos esquemas mentales para que esta forma de actuar
se convierta en la natural para ti.
Has de vigilarte a diario de no ser tu. (Releamos esto) Has
de vigilar no caer en ser tu quien esté delante de las pantallas. (ufffff!) Porque has de ser ese que
es compatible con el mercado.
Trader, bienvenido al maldito gimnasio.