Crea tu traje.


En numerosas ocasiones ya hemos comentado la imperiosa necesidad de tener un plan. Pero hoy quiero hablarles de un ejercicio que viene después de tener uno su plan. Se trata del mono de trabajo.

Una vez uno tiene su plan, plan que ha modificado cientos de veces para amoldarlo a su personalidad, y sobretodo, plan que exige reglas al trader que es capaz de respetar consistentemente. Tras ello, el trader necesita describir que tipo de persona es la ideal para exprimir ese plan al máximo.

Me es frecuente ver a traders del grupo que son buenos siguiendo su plan sólo cuando tienen el traje de trader. Cuando lo hacen así, ganan dinero consistentemente con sus operaciones. Se enfocan en su capacidad para adherirse al plan, prestan atención a qué señales hay en la gráfica que le puedan ayudar a mejorar sus reglas, o estudian su última negociación mala para tratar de averiguar si debe tener en cuenta algún otro factor, y añadirlo como regla a su plan, en definitiva, está desvinculado del resultado final de la operación actual.
Pero cuando acuden a tradear con el traje de "buen ciudadano", están a merced del mercado y sus tomas de decisión no están a la altura de las reglas que exige el plan.

El resultado de nuestro trading NO es lo que nos merecemos como personas. El trading es una profesión. Que empieza cuando nos sentamos delante de las pantallas a tradear y termina cuando nos levantamos de la silla tras el término de la sesión. Sinceramente, la capacidad que uno sea capaz de desarrollar para distanciar el ser humano que uno es cuando está con sus amigos, mujer o familiares, respecto a quien es cuando opera, es lo que le da ventaja sobre la masa en el mercado. Porque adoptando uno ese rol de "soy otro", "tengo puesto mi traje de trader", uno puede analizar las reacciones venideras de la masa, quienes sí que están guiados por sus emociones, esperanzas y miedos. Y es fácil ver en las gráficas las capitulaciones, las acumulaciones, las euforias, etc. Y reaccionar ante ello como nuestro plan indique.

El ejercicio consiste justamente en eso, en plasmar en un papel las condiciones ideales que debe tener un trader para llevar a cabo nuestro plan de trading. Para unos, dicho "trader ideal" deberá ser paciente, de sangre fría, calculador, capaz de exprimir la operaciones, no cerrándolas en cuanto tenga varios dolares de ganancias... y puede que para otros, el "trader ideal" deberá ser rápido, sin segundas decisiones, con capacidad para soportar grandes lotes de shares, yendo a por pocos centavos de beneficios y por lo tanto, dispuesto a entrar y salir muchas veces del mercado, etc, etc

Combinaciones hay miles, tantas como rasgos de personalidad. La idea es definir qué cualidades debe tener el trader ideal compatible con nosotros para poder exprimir al máximo las reglas de nuestro plan. Y enfundarse uno dicho traje cada día antes de operar. Lo que ocurra cada día en el mercado queda ahí. No hay que llevárselo a casa. Y para ello, lo mejor es centrarse en lo capaz que es uno de ceñirse al plan, no en cual ha sido el PL del día de hoy.
A la larga, actuar así, es una receta ganadora. Pero antes, está la travesía por el desierto: ¿qué plan sigo? y ¿qué traje me enfundo?. Por ahí, todo el mundo tiene que pasar.

 

Volver al listado de artículos »